Casi que no merece mucha mención, sobre todo por lo rápidamente que rectificaron, pero es muy sintomático que la única cita a los videojuegos que los programas electorales de los dos grandes partidos que concurrieron a la elecciones del 20M, fuesen relativas a sus problemas de adicción.
No había ninguna mención a su valor como elemento socializador, su potencial indiscutible como terapia, su modelo ejemplarizante a la hora de desarrollar habilidades en los menores: acción-reacción, resolución de problemas, consecución de objetivos, planificación y otro largo etcétera que tanto en otros países como entre los expertos de la educación, parece estar más que claro. ¿O acaso se han olvidado de aquello de ‘aprender jugando’?
Y esto, además, me sirve para sacar a colación otro fenómeno alrededor del ocio electrónico que, poco a poco, va abriendo sus alas en nuestro pais. Aunque, como siempre, y estamos más que acostumbrados, ya es una realidad en muchos otros países como Francia, Alemania, Suecia y, en el olimpo: Corea. Estoy hablando, por supuesto, del deporte electronico.
Usando un argumento completamente tramposo, podemos recordar aquello de que, si el ajedrez es considerado deporte, League of Legends no le va a la zaga y, aunque puede aplicarse a muchas otras disciplinas (he ahí la trampa), no deja de ser una verdad como un templo de WoW.
Promover el ocio electrónico, masificarlo y convertirlo en un espectáculos de masas, es la cuenta pendiente que tenemos muchos medios de comunicación especializados, probablemente acomplejados por tantos años de «¡Ah! Esos frikis!.» Que se lo digan a los lectores de Marca Player en el reciente partido de EA que les enfrentó a estos humildes redactores. ¡Vaya cracks!.
Happy Adventuring!